ARTE DE USAR Y TIRAR
El arte, la ciencia de la belleza , en todas sus vertientes(Pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, danza y cine) se vende como una mercancía más ,un artículo más de consumo temporal para descarrilar inmediatamente después a la obsolescencia.
Las obras maestras de verdad ya no se crean, porque interesa que no se creen.
La música potente en la tecnología de sonidos y disfrazada de costosos arreglos vocales se ahoga en el fango de la ambición de su soporte, las discográficas.
¿Por qué no cansa Mozart o Vivaldi o por qué se sigue escuchando Ópera? .Los nuevos géneros musicales han hecho que cada disco se venda a sí mismo con un rompedor sencillo, las canciones son monótonas después de escucharlas un tiempo, pasan de moda y … a la espera de otro disco que parezca mejor.
En la pintura no se dado un genio desde ya hace mucho tiempo ,las cuadros que encandilaron en un siglo , y en el siguiente, y en el otro...parecen que han dejado de surgir y los perigallos que inundan exposiciones y museos contemporáneos no son más que favores garantizados a sus diplomáticos creadores. Algo parecido le ocurre a la escultura, nostálgica y melancólica de su gran pasado.
En el cine cada vez se invierte más en efectos especiales, exploran técnicas cinematográficas más complejas, en actores más famosos y más guapos, en guiones cada vez más… bueno en guiones no invierten mucho, la verdad .Las películas has sucumbido a la más negra vulgaridad y mediocridad .Pero eso a lo que una vez se le llamó séptimo arte y dejó verdaderas obras maestras para ser admiradas de generación en generación terminó.
La belleza en la arquitectura a pasado a ser medida en pisos y en la danza , la globalización ha calcinado el pequeño signo de identidad de esa forma tan humana de expresar corporalmente las emociones y los sentimientos de muchos pueblos ricos en folclore, pero pobres en consciencia de su fortuna ,y que han desembarcado finalmente en una verbena de ritmos discotequeros que chirrían al verano siguiente.
La literatura se supera a sí misma en falta de originalidad y calidad, en una sociedad que acorrala su caletre en cortos y ligeros best-sellers que los escritores explotan.
El Placer del arte ha pasado ha tener fecha de caducidad en un mundo en el que este, se ha convertido en la escapatoria de la rutina impuesta al hombre contemporáneo , esa vida intencionadamente aburrida de levantarse, ir al trabajo, trabajar, volver a casa, dormir y otra vez lo mismo. Un ser humano al que se le ha implementado la mentalidad de que lo nuevo es mejor que lo viejo.Etiquetas: arte, best-sellers, cine, consumo, folclore, mozart, música, opera, peliculas, placer, septimo arte, vivaldi