La nueva Diana
Kate Middelton, la novia del heredero a la corona británica, es víctima del acoso de los paparazzis que acampan con sus objetivos frente a su casa del inimitable barrio de Chelsea. Cuando sale, una
batalla de fotógrafos la espera, ansiosos de conseguir la mejor foto de la
fotogénica Kate. A partir de ahora, la novia del príncipe William se convierte en la DIANA PERFECTA en la cual, los paparazzis,
lanzar sus afilantes dardos. Y es que desde que asistió al ordenamiento de su novio en la Sandhurst Military Academy estallaron numerosos rumores del anunciamiento de un compromiso.
La presión asesina que llevó a
la mujer más fotografiada de la historia a su mundialmente traumático final, se ceba ahora con una
inocente niña rica de Chelsea.
Su belleza embriagará a la prensa sensacionalista británica ;una mínima expresión suya será iluminada por los atrayentes destellos fotográficos y sus fotos se comprarán a precios de entre 300€ y 600€. Las comparaciones son odiosas pero, son inevitables por las connotaciones trágicas a las que recuerda. Y ahora, cada una de sus salidas al trabajo, su caminar, sus sonrisas, sus apariciones, su vida, se convetirán en un
acelerado espectáculo de flahes y cámaras, y por consiguiente en un
jugoso manjar para una farándula hambrienta que despiadadamente, sin dudarlo, se abalanzará sobre ella llegando a los límites de la inhumanidad.